Publicado en Plaza de Armas el 7 de Noviembre de 2011
La semana pasada comenté en esta columna que los aires de
optimismo que se habían respirado a nivel mundial por los acuerdos en Europa
podían dar cierta tranquilidad para el cierre del año; pero también mencionaba
que ante lo frágil de las situaciones económicas y políticas, no sería raro que
surgiera una nueva situación que reactivara el nerviosismo. Bueno, pues no hizo
falta esperar mucho. La noticia de la semana pasada fue la intención del
referéndum en Grecia propuesta por su Primer Ministro, intención que en pocos
días quedó eliminada ante las “invitaciones” hechas por Alemania y Francia.
Pero eso fue suficiente para que nuevamente hubiera reacciones negativas en las
bolsas mundiales.
De esta forma, parece que la única certidumbre que tendremos
en los meses siguientes será la permanencia de la incertidumbre: noticias que
provoquen sobrerreacciones en los mercados, estrechos márgenes de maniobra en
lo político, en lo social y en lo económico en diversos países, etc. En los
días pasados, el Presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos declaró que
el crecimiento económico de Estados Unidos será “frustrantemente lento”, y el
crecimiento en varios países europeos tiene aumentos marginales, prácticamente
estancados.
La semana pasada escribí sobre algunos de losimpactos de esta incertidumbre tanto en el tipo de cambio como en ladisponibilidad del crédito. Pero desde la perspectiva del crecimiento económico, ¿cómo nos está afectando el entorno? Las cifras más recientes del PIB nacional son las del 2º trimestre del año, cuando había aún menos pesimismo en las perspectivas económicas; pero con esas cifras no podemos ver el impacto del tremendo nerviosismo del tercer trimestre. Lo más cercano que tenemos es el Indicador Global de la Actividad Económica (IGAE), que tiene cifras hasta Agosto (no es tan amplio como el PIB, pero refleja cierto comportamiento de la actividad económica). Este Indicador tiene altibajos en Julio y Agosto, con el segundo crecimiento mensual más grande del año seguido de la caída mensual más grande del año; es decir, volatilidad, pero aún en su segundo nivel más alto del año. Otro indicador que sirve para entender la situación actual es el Indicador Coincidente, un indicador formado por 6 componentes que muestra el estado general de la economía de un país dividiéndolo en 4 etapas: expansión, desaceleración, recesión y recuperación. En Julio, este indicador mostró un ligero crecimiento respecto a Junio, con lo que seguía en el periodo de Expansión (muy cerca de la frontera de desaceleración). Lo interesante es que uno de los 6 componentes (el de actividad industrial) lleva un par de meses en la etapa de desaceleración, algo que no ocurrió en los primeros 5 meses del año donde todos estaban en expansión; así que esto deja ver un posible cambio de etapa si la tendencia sigue.
Pero más allá de estas tendencias recientes, que son importantes
para ver la magnitud de los impactos económicos mundiales en el país, lo que siempre
procuramos proyectar es cómo se comportará el futuro próximo. Ante la falta de
una bola de cristal, contamos con algunos elementos que son ayudas parciales
para vislumbrar el futuro y poder planear la actividad empresarial. Por una
parte tenemos los pronósticos de distintas instituciones, que más allá de
brindar un estimado numérico sobre el crecimiento de la economía, ayudan a
conocer el sentir generalizado de las perspectivas económicas próximas. Aquí he
mencionado algunos pronósticos como el del Foro Económico Mundial, Morgan
Stanley, etc. Ahora me centraré en los datos que publica el Banco de México
basado en encuestas mensuales que hace con diversos analistas económicos. Las
perspectivas para el cierre del 2011 y el 2012 han estado reduciéndose desde
Junio, con caídas fuertes a partir de Agosto. El pronóstico que este grupo de
analistas da para el 2011 es de un crecimiento de 3.72%, cifra inferior al
optimismo que se vivió en los primeros meses del año, pero aún mayor de la que
se tenía a finales del año pasado. Cuando comparamos esto con el crecimiento
del 2010, que fue de 5.1%, y con la perspectiva para el 2012, que está en
3.24%, vemos que este periodo de lento crecimiento parece que durará por mucho
tiempo.
Como un elemento más de apoyo, mencionaré el Indicador Adelantado
publicado por INEGI (pero que también es calculado por otras instituciones como
el Conference Board y en diversos países). Este indicador tiene desde Abril un
valor que lo ubica en el ciclo de Desaceleración, y desde entonces se ha
mantenido en ese periodo, pero con una tendencia de empeoramiento de sus
componentes, incluso con algunos ya en etapa de recesión (los que están más
ligados a la volatilidad reciente, como son el índice de la bolsa y la tasa de
interés interbancaria).
Todos estos indicadores, pronósticos y resultados recientes confirman
la permanencia por varios meses de la desaceleración económica que estamos
viviendo. Recordemos que desaceleración señala que aún hay crecimiento, menos
lento, pero crecimiento. ¿La desaceleración podría llevar a una recesión
próxima? Hasta el momento, prácticamente ningún analista estima esto como el
escenario base, es decir, el más probable, así que sigamos planeando con
escenarios de lenta expansión en el mediano y largo plazo.
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